Latigazos, servidumbre, humillación y servicio oral with thefantazy.com
Me veo divina en mi elegante vestido de estampado de leopardo, una verdadera Diosa al mando de Mi sumisa giada. Desnudo y arrodillada, sabe que no es digna de Mi tacto, pero es digna de sentir Mi azote. Cada latigazo en sus genitales expuestos la hace gritar, su dolor se convierte en Mi excitación, mientras que yo la degrada con palabras crueles recordándole su lugar humilde. Cuando ella se arrodilla sobre el sofá, Mi látigo canta sobre su espalda y culo, su sufrimiento empujando más profundamente a su sumisión. La burlo haciendo que su joroba el látigo, antes de cerrar sus dedos indefensos en un dispositivo de servidumbre UPKO. Atado y atrapado, se arrodilla ante Mí, tan cerca de Mi santuario, hace inhalar Mi excitación pero niega la dicha de contacto directo. De rodillas, lágrimas en sus ojos, recitando Mi mantra, sufre latigazos después de latigazos. Sólo cuando decido que ha dado suficiente dolor y devoción le permito adorarme.